“Los logros de una organización son los resultados del esfuerzo combinado de cada individuo."
– Vince Lombardi
Esta frase desde hace unas décadas vale hoy en innovación de empresas.
La historia nos ayuda a conocer el pasado, nos permite situarnos, analizar el punto de partida y enfocar más acertadamente nuestro derrotero.
Lástima que a veces la historia, llenan los estantes de las bibliotecas y los nombres de sus protagonistas hacen eco en un pasado que no siempre nos enseña.
Lo halagüeño del concepto es quizás, que nosotros también sumamos años a nuestra historia, experiencias a la vida y que hoy es el mejor momento para empezar a escribir un capítulo si así lo deseas.
Hace mucho tiempo, Aristóteles en su obra Metafísica enunció que “el todo es más que la suma de las partes” y aunque diferentes disciplinas filosóficas y psicológicas han debatido esta máxima, el efecto de la que en mi opinión es uno de los mejores legados del autor ha ido cediendo su fuerza y cayendo en el olvido.
A veces cuando escucho a empresarios quejarse de la situación de su empresa, les miró a los ojos y formulo esta pregunta: ¿crees que el todo es mejor que suma de las partes? esperando una respuesta que en la mayoría de los casos no cumple mis expectativas.
Permíteme en este caso tutearte, y pedirte que al menos por esta vez, vayamos sinceros a la raíz del problema. Concédeme la posibilidad de analizar el asunto sin miedo. Cambiemos la palabra culpables por responsables ya que en este término queda implícita la autonomía de nuestras acciones.
La responsabilidad nos da valor y libertad para empezar desde hoy el camino al éxito. El sistema ha ido cambiando y nadie nos ha pedido permiso. Hemos transitado de la era de la industria a la de la información casi sin darnos cuenta y justo ahora que el propio sistema impone el cambio, tu y yo hemos decidido tomar el timón del barco que nos llevará del naufragio de quien no sabe a dónde se dirige, rumbo al destino del que decide que quiere conseguir y cómo va a hacerlo.
Nuestro equipaje, el conocimiento que hemos adquirido y la experiencia con la que contamos, nuestra tripulación nuestro equipo, el lugar al que nos dirigimos una empresa de éxito.
Antes de empezar el viaje te voy a pedir que pienses una cosa. Imagina que el barco en el que viajamos se ha roto, estamos en alta mar y uno de los tripulantes del barco sabe cómo arreglarlo pero no es el mecánico. La tensión está latente en la cubierta y para que nadie moleste a los operarios hemos pedido a todo el mundo que se encierre en su cuarto.
La persona que tiene la solución está encerrada en su camarote y no hay nadie que arregle el problema.
Esto sucede muchas veces en nuestros negocios, tener la solución a algo sirve de poco si no la comunicas, si nadie lo sabe. A veces las ideas más brillantes están encerradas en la cabeza de alguien de nuestro equipo y empresas de todo el mundo invierte millones en profesionales traídos de fuera, en productos que no funcionan y que ven la luz porque la persona que sabía que no eran rentables estaba incomunicada.
La situación ha cambiado y el verdadero valor del mercado lo tenemos en nómina mes a mes.
Ha llegado el momento de implicar al equipo para que deje en el negocio algo más que su tiempo. Es el momento de que cualquier estamento de nuestra compañía ponga al servicio de todos los conocimientos que posee, la experiencia de la que dispone, las aptitudes que sumen y la actitud que acompañe al progreso.
“Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos.”
– Ray Kroc
Dado que los tiempos han cambiado, no vamos a divagar buscando el mapa que nos llevará al destino, en un momento donde la información está al alcance de todos no tendría demasiado sentido.
Lo que si vamos a hacer es analizar algunas cosas que hicieron o valoraron los que lograron llegar al objetivo antes que nosotros y utilizaremos cualquier vía disponible para trazar nuestro propio mapa.
“Trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados.”
– Anónimo
En la cultura de la innovación trabajar en equipo es fundamental, el motivo es obvio cuanto más personas involucradas en el desarrollo y la implementación de un proyecto más se enriquece el proceso.
No siempre la idea que nos conduce al éxito parte de la misma cabeza, en ocasiones la innovación surge de un conjunto de ideas de diferentes personas.
Analicemos la importancia del colaboración cuando a innovación de empresas se refiere:
La suma de las aportaciones individuales da como resultado diferentes puntos de vistas dotados de significado. Y si además otro miembro del equipo puede hacer crecer la aportación primigenia y elevar el valor, la empresa de forma sutil y con el mismo esfuerzo ha crecido en su camino a la innovación.
Cuanto mayor sea la participación del equipo más valor tiene el feedback, siendo más rápido y más eficiente.
Seremos más proactivos y dirigiremos mucho mejor nuestra gestión en la innovación de nuestra compañía cuanto más reciprocidad positiva exista en el proceso.
Con el trabajo en equipo surge la sinergia.
De acuerdo con la Real Academia Española, sinergia es la “acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales”.
Gracias es esta sinergia, crece la energía hacia el progreso y se disipan las limitaciones que nos conducen a él. Lo que para un individuo es una barrera insalvable para otro es una nimiedad.
La información que no se comparte esta cautiva, pero cuando es compartida y puesta al alcance de todos favorece el aprendizaje. Mejora las capacidades de los miembros de la organización, fomentando el desarrollo y la creatividad del equipo.
Existe mucho capital humano silenciado en muchas compañías, líderes en potencia escondidos infructuosamente bajo la ocupación que desempeñan.
Pero también está la otra cara de la moneda, debilidades individuales y grupales que podrían ser compensadas con una buena suma de capacidades.
El trabajo en equipo aumenta la probabilidad de implementación de nuevas ideas y pone como valor central a la innovación.
Es fundamental diseñar una estrategia de implementación, haciéndoles saber a todo el equipo el por qué y para qué estamos haciendo lo que hacemos.
Llegados a este punto ya disponemos de un eslabón fundamental en el camino a la planificación que hemos desarrollado, tenemos pautas suficientes para dar pasos seguros hacia la innovación que determina el progreso.
Es por esta razón que surge la pregunta ¿Qué harás tu?
Tener el conocimiento no es suficiente, es importante contar con la aptitud del ganador que se dirige sin dudarlo al éxito.
Tenemos a nuestra disposición el mapa, contamos con el equipo y compartimos el lenguaje y los motivos que nos llevarán al progreso.
Solo resta que des el primer paso.
“Victorioso no es únicamente el primero que cruzó la meta, sino aquel que no se cansó hasta alcanzarla”
Buena suerte!